FERNANDO PEÑA Fernando Gabriel Peña nació el 31 de Enero de 1963 en Montevideo, Uruguay. De muy chico vino a vivir a Buenos Aires.
Hijo de una familia acomodada, su padre, El periodista Pepe Peña fue un hombre polémico, que discutía de fútbol.
Con Panzeri y Pedernera integró el trío radial "de las tres P", Fútbol al Centímetro, unos adelantados al inicio de los 60.
Un dia Pepe Peña lo llevo a la radio, Mientras Peña padre hablaba, al pequeño Fernando le dieron ganas de ir al baño.
Cuando no aguantó más aprovechó una pausa de su padre... y -al aire- le dijo: “papá, me meo”. Todos rieron.Como un anticipo de su marca registrada, el destino de Fernando Peña adelantaba dos caminos: el del humor y el de la radio.
Es el personaje de moda. No es moda. Susana Giménez lo invitó a su programa y allí dijo aquéllo de “no soy gay, soy un puto sufrido” y la diva quedò culo al norte. Fernando Peña, desde la radio o enfrente tuyo, dice lo que se le canta. Por él o en la voz de sus personajes, con los cuáles iría perfectamente a tomar un café. “De hecho, lo hago permanentemente” .
Más allá de escándalos y sobresaltos mediáticos, (como decía Carlitos Balá) el movimiento se demuestra andando. A Peña hay que verlo. Quien quiera oír que oiga.
Estudió teatro y tuvo muchos trabajos, entre ellos, el que le permitió llegar al éxito: Comisario de a bordo en American Airlines.
Ahí lo descubre Lalo Mir, quien viajaba usualmente por esa aerolínea y escuchaba a una cubana que decía pavadas por el altavoz. Después de tanto hinchar, Lalo pudo conocer a la vieja, y vio que Milagros López, era Fernando Peña.
Lalo le ofrece llevarlo a la radio, de a poco comenzo la carrera en radio.Luego de hacer varias participaciones en radio llegó a tener sus programas propios: Graffiti, que iba de lunes a viernes de noche por Energy101. Hacía su personaje Dick Alfredo. Y La vereda Tropical... aun hoy hay gente que no sabe que esa cubana simpatica que esta en radio del Plata no es nada mas ni nada menos que Fernando Peña.
Su mayor éxito indiscutido en radio con todos sus personajes en acción : El parquímetro, que se emitia de lunes a viernes de 10 a 14 por la metro 95.1. Pero se lo censuró el CONFER por las puteadas y se lo levantaron, luego de 3 años de éxito.
En el año 2002 volvio en la Rock & Pop 95.9 con cucuruchos en la frente, de lunes a viernes de 21 a 24. El programa tenia otro estilo, El staff era el mismo, pero Fernando dijo en su programa de la rock and pop que no le agrado para nada el ciclo que allí realizo.(y lo dijo en otras palabras...) seguia siendo Peña.
En teatro: Esquizopeña lado a y b, Esquizopeña: intimidad rioplantese y duele, que fueron sus mayores éxitos. Nunca había localidades para esas obras porque se agotaban enseguida. También hizo My name is albert with an A, una obra en inglés, en donde interpretaba a un asesino serial.
Luego realizo “el niño muerto” en el paseo la plaza, una obra autobiográfica, en la que no estában los personajes,(aunque tenian una pequeña participación), era muy emotiva y muy fuerte.Una de sus funciones fue realizada a total beneficio de la Fundacion Huesped, para ayudar a chicos con HIV.
Hizo público que tenía HIV. Estuvo a punto de morir. Tuvo un linfoma en el riñón y se sometió a quimioterapia. Ni el HIV ni el Cancer pudieron detenerlo... SU OBRA MUGRE... Gano el premio "ESTRELLA DE MAR" que se entregò en Mar del Plata el corriente año... mejor Unipersonal... produce sus propios espectaculos con su productora.
Sus personajes siguen mas vivos que nunca, Milagros nos sigue alegrando... y acaso Fernando Peña sigue causando polemicas. pocas veces se ha visto a un actor interpretar tantos personajes en escena, y pocas veces se ha visto a un hombre más desnudo, más expuesto, más en carne viva, esperando, en la mirada de los otros, la confirmación de que está vivo pero no solo para polemizar... como el dijo "solo creo en la sucesion de las cosas" el dia que Peña baje el telon ... ocurrira lo inevitable.
Aplaudiremos de pie, para luego no olvidarnos, pero mientras tanto A Peña hay que verlo.Quien quiera oír que oiga.“Me divierto haciendo lo que me gusta. No es un trabajo. Es mi vocación"
El lunes 2 de octubre aterriza con "Isla Flotante", por canal 7 a las 23 hrs.
¿Quién debería abstenerse de ir a verte al teatro?
Nadie.
¿Qué cosas te asustan del público?
Que vayan cerrados me asusta muchísimo. Tanto los que van predispuestos a pasarla bien o mal me asustan de la misma forma.
La gente tiene que ir neutra y vacía, y que esté atenta de entrada porque mis obras comienzan en la antesala. Además, quiero dejar en claro de que yo estoy bastante lejos de lo que son Gasalla, Pinti y Perciavale. Además mis obras duran mucho tiempo o muy poco, depende de lo que me pase con el público.
En la relación con la TV, ¿no te expusiste demasiado?
Sí, me encanta, y me parece poco todavía. El artista debe estar expuesto.
¿Aunque sea en los programas de chismes?
El artista debe estar expuesto, y nunca es suficiente.
¿Es cierto que vos querías ser piloto de avión?
Todo es cierto, yo quiero ser todo y seguramente por eso soy actor. Aún ahora quiero ser piloto de avión...
¿Y?
Para el orto porque nunca estudié... en realidad nunca me gustó estudiar.
¿Los años 80 fueron especiales para vos? Por los descubrimientos, las experiencias, mucho tiempo en Nueva York, los nuevos amigos, el sexo, las drogas...
Eran épocas de adolescencia. Me faltaba todo y me llené de todo. Es así, cuando se tiene esa edad y uno está vacío agarra todo lo que hay alrededor, y es lo que yo recomiendo a todo el mundo. A partir de ahí uno puede discernir. Pero primero hay que agarrar todo lo que hay alrededor, ya sea drogas o una flor, porque si no uno después se vuelve grande y boludo, y terminás descartando cosas que no conocés.
¿Y vos qué descartaste?
La estupidez.
En las entrevistas todos te preguntan por qué te gusta jugar con la muerte y a vos te gusta hablar del tema.
A veces da la sensación de qué tenés un poco de miedo a morirte.
Miedo no es la palabra que yo usaría. Es vértigo. Unas cosquillas parecidas a cuando estoy por subir a la montaña rusa. El quiero y no quiero, eso es lo que me pasa. Me parece indispensable tener la muerte cerca para valorar la vida, por eso la pongo mucho en mis obras. Es la fecha de vencimiento implícita que todos tenemos. Es lo que pasa con los yogures, si te olvidás la fecha de vencimiento se te pudre en la heladera.
¿Leíste lo que pasó en una escuela de Carmen de Patagones, donde un chico de 15 años mató a tres compañeros?
Es un final esperado mundialmente. Es obvio, si la gente se olvida de hablar de la muerte pasan estas cosas. Porque de "eso no se habla", porque los padres generalmente son unos cretinos, pacatos... "no nombres a la parca", dicen los pelotudos, y entonces pasa esto de que viene un pibe de 15 que, como un artista parece ser diferente a los demás, y mata a todo el mundo, Además a veces pasa esto porque se está impregnado de una cultura norteamericana donde todos juegan con las balas en lugar de tener una idea cultural romántica de la muerte.
Se empapan de esa cotidianidad pop y entonces van y ¡pop pop corn! matan a la gente. En las familias argentinas no se hablan las cosas ni le dan valor a la vida, porque no mencionamos la muerte.
¿De chico te sentías diferente o te lo hacían sentir?
¡Ehhh! Sí, obvio. Tal cual me hacés sentir vos en este momento.
¿Cómo?
Sí, los periodistas son gente muy curiosa.
¿Qué es para vos lo más cercano a la felicidad?
Me parece que el hombre no es feliz cuando se olvida de la letra "Y".
Me parece que el hombre no es feliz cuando se olvida de la letra "Y".
Y... no puedo explicar más, porque va a ser el tema de mi próxima obra y no quiero que me roben la idea. Vos preguntás y yo respondo : el hombre deja de ser feliz cuando se olvida de la "Y" y se acuerda de la vocal "O". Está clarísimo. Uno no puede ser infiel o casado... podés ser infiel y casado y ahí para mí está la felicidad.
Está claro.
Okey.
Estrenás casa …
Sí, me mudé hace más de una semana, porque en la otra ya había cumplido un ciclo.
Pero seguís manteniendo un enorme portón que divide tu mundo de el de los demás.
Sí, porque más allá de que me preste a hablar sobre mi vida, la gente siempre trata de saber el doble y curiosear…
Es tonta, no es civilizada. Desde que me mudé, cuando salgo a pasear a las perras se asoman setenta cabezas para mirarme,
y eso me aburre.
¿Qué más te aburre?
Absolutamente todo. Mi vida, mis obras… pero gracias a ese aburrimiento gano plata y vivo. Porque la rutina me canta, y me lleva a crear y escribir cosas nuevas para luego mostrarlas en el escenario.
¿Se puede luchar contra eso?
No, ya no lucho más. Renegar de la naturaleza es uno de los pecados más grandes.
Entonces, ¿qué me podés decir de tus personajes?
Que también me cansé de ellos, pero creo que funcionan muy bien en la televisión, se ven más livianos, más caricaturescos.
Por eso tengo pensado dejarlos un poco de lado en el teatro, o por lo menos dejar el discurso lógico del personaje. El caballito de batalla de Gasalla, que siempre dice lo mismo. Quiero meterme en otras zonas.
En la televisión, por ejemplo…
Es una posibilidad, lo que pasa es que cuando comienzo a detectar que la gente que me contrataría me tiene miedo, salgo corriendo. Ya no me seduce nada más, me cancela completamente.
Hoy hay dos o tres productoras que están dando vueltas para ver si tengo mi propio programa diario a la noche para competir con Gerardo Rozín, y a mí me dan muchas ganas, pero cuando comienzan las interminables preguntas, ya no me gusta. Nunca modificaría nada de mí para que ellos se sientan cómodos, traicionarme sería lo último que haría antes de morirme.
¿Alguien no te tiene miedo?
La gente de MTV. El mes que viene comienzo unos cortos de 45 segundos que van a servir para que la sociedad tome conciencia de un montón de cosas. Van a estar escritos por mí, con una estética más glamorosa y, en lo posible, mudos.
En este momento de tanta cháchara me parece que cabe más, penetra más. En una época de tanto ruido, con tanta palabra, hace falta un poco de silencio o pocas palabras.
¿Ves televisión?
Todo el tiempo. Lo que más me gusta es Utilísima, Retro y Volver… Detesto los programas que son considerados buenos para el periodismo de espectáculos.
Siempre en contra…
No, no es en contra. Tengo humor y me aburren las cosas serias y pretenciosas. En cambio, me divierte mucho el error, la metida de pata. Las cosas prolijas y hechas no van conmigo. Me fascina la mala iluminación, el tropezón me divierte. Me parece que está lleno de vida y arte.
¿Cómo lo viste a Maradona antes de irse a Cuba?
Muy mal. Sigo sosteniendo que es un negro ignorante, por eso la droga le pegó como le pegó, y a otras personas le pega de otra manera. No se puede meter a todo el mundo en la misma bolsa, las experiencias son distintas. Pero basta, es un tema del que no me quiero explayar más porque no me entienden y después hablan boludeces.
¿Querés hablar de tu público, por ejemplo?
Cuando no estoy arriba del escenario me molesta muchísimo que me estén encima. Detesto a mis fans, que me pidan autógrafos… Me irritan bastante los adolescentes. Todas las cosas inconclusas me ponen mal, y la edad del pavo no la soporto.
Creo que el 99 por ciento de la gente es ignorante, y yo soy un enviado que estoy acá para hacerlos aprender un poco.
Mi misión es desasnarlos y hacerlos más sensibles. Pero las personas no valoran eso, se quedaron en la cocaína, la puteada, el sexo… Yo estoy tratando de hacer algo más profundo, quiero que la gente que me viene a ver al teatro lo haga porque realmente me entiende.
¿Y eso pasa?
No. Nadie me entiende…
Es una frustración…
Del alguna manera, sí. Me da bronca por la mete tan cerrada que tiene la gente. Me parece que conmigo hay una gran confusión. Por eso me siento muy identificado con Piazzolla, con esas personas que trataron de decir algo y siempre fueron mal entendidos, bastardeados.
En este país estoy muy desaprovechado, me gustaría que la gente deje de ver la cocaína, la marihuana, la homosexualidad… y se de cuenta de qué es lo que quiero decir. Quiero que mi público piense y utilice el cerebro.
¿Qué hacés con la plata que ganás?
La gasto, de hecho nunca tengo dinero encima y siempre estoy pidiendo. Todo el tiempo me endeudo. En este momento,
por ejemplo, debo quince mil pesos que tengo que pagar en dos semanas, y el tema me tiene bastante preocupado.
¿En qué la gastás?
En cualquier cosa. Voy por la calle, me gusta algo y lo compro. Colecciono vidrios, copas, miniaturas… Quizá me gasto en una semana dos mil pesos en cristales, ¡una locura! Pero bueno, soy así.
Fernando, ¿es cierto que tuviste un hijo hace algunos años?
Una vez se lo conté a una periodista como anécdota, pero no tengo ni idea si realmente existe. Cuando yo estaba en mi peor
época con las drogas, en los Estados Unidos, me acosté con una chica y quedó embarazada. No sé lo que pasó después porque la separaron de mí.
¿Te gustaría ser padre?
No. Detesto a los hijos, los odio, me parecen una carga. No me interesa averiguar si existe mi hijo.
¿Creés en la familia?
No, me parece un error. Es una atomización que no funciona, y creo que dentro de muchísimos años el ser humano se va a dar cuenta de que no es algo sano.
Te mirás al espejo, ¿qué ves?
Una persona alegre, feliz, que no se traicionó nunca, que no se faltó el respeto y que no duerme angustiado… Se me puede caer el techo de casa, que me voy a morir con el pensamiento de saber que siempre hice lo que quise.
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